Leo mi bitácora de comunicación con mi asesor y "descubro" que ésta se ha mantenido constante; no ha habido semana en la que yo no entregue algo o concluya uno de los avances asignados. Para quienes decidimos hacer carrera académica y continuar con el posgrado, no queda ninguna duda de que un doctorado te impone una disciplina. Así me he mantenido durante ya más de cuatro años. Las dudas van cediendo frente a las certezas; el problema de investigación, que en un inicio sólo es un puñado de datos inconexos, poco a poco se va aclarando. Esta semana terminé la introducción y las conclusiones. Muchas cosas me parecieron obvias, ¡por supuesto! ¡cientos de veces he repasado todos los datos! Pero una de las satisfacciones fue darme cuenta que realmente (REALMENTE) escribí una narrativa historiográfica que explica un proceso socio cultural vivido en la ciudad de Tijuana. Nunca, ni en mis sueños más guajiros, imaginé que yo lograría hacer algo como eso. Conseguirlo es verdaderame...