En el face


Platico en el face con mi viejo amigo pepe, quien después de varias penurias ha podido establecerse legalmente en París.

(Alguna vez escribí un cuento en el que mi casera se iba a vivir a París y luego supe que un escritor “de culto” se burló de mi personaje: le pareció que el que una eligiera a un personaje para vivir en París era un lugar literario común; qué idiota. Tener amigos que salían huyendo hacia “la ciudad luz” en aquél tiempo no era para mí una extravagancia literaria. Al menos fueron cuatro de mis amigos y conocidos muy cercanos quienes anduvieron en esa ciudad, haciéndose la vida).

Pepe y yo posteamos tonterías. Algunas son profundas. Me hacen pensar. Por ejemplo ésta:

pepe, que giro increíble le diste a tu vida

me da gusto

pues...

yo no hice nada

mas que obstinarme

en no volver

y la vida se encargó del resto

Buena frase la del pepetón: “yo no hice más que resistir… y la vida se encargó del resto.”
Mi querido amigo Pepe, qué admirable su obstinación. Ojalá pudiéramos vernos de nuevo algún día. Desde el fondo de mi corazón, que seas muy feliz, amigo.

 

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