Un día nuevo
Siempre es bueno pensar que se trata de un día nuevo. Para
lo que sea. Sentir que voy de nuevo ligera. Con la hoja en blanco. Empezar otra
vez.
Me he sentido así muchas veces. Al despedirme de un
trabajo, al terminar un programa de estudios. Al regresar de un viaje.
La sensación que otorgan esos estados de
discontinuidad es refrescante. Diría, renovadora.
Y allá voy de nuevo. Como siempre.