Jornalera desde hoy
Hace tiempo le expresaba a un estudiante de la universidad mi deseo por tener una columna en un suplemento o diario. Le decía en aquel momento: ¡lo que yo haría con una columna! La verdad es que veía de una manera tan remota la posibilidad de que a mí me ofrecieran un espacio, que eran en aquel momento (también) sueños guajiros.
Después de casi un año de conocer y colaborar esporádicamente con La Jornada Baja California, me han ofrecido un espacio mensual de manera permanente. Ayer salió mi primera entrega que trata sobre la poesía y la protesta juvenil en Tijuana en 1973. Hasta no verla no creerla. Mireya Cuéllar me ofreció su confianza, que agradezco de todo corazón. En un camino largo como el de la escritura se agradecen estos alientos. Sé que un compromiso así implica trabajar mucho pero ¿no es lo que he hecho hasta ahora? Mi vida está en el carril correcto. Y la maquinita de la escritura tiene todavía mucho por recorrer. Así que, andando.
Después de casi un año de conocer y colaborar esporádicamente con La Jornada Baja California, me han ofrecido un espacio mensual de manera permanente. Ayer salió mi primera entrega que trata sobre la poesía y la protesta juvenil en Tijuana en 1973. Hasta no verla no creerla. Mireya Cuéllar me ofreció su confianza, que agradezco de todo corazón. En un camino largo como el de la escritura se agradecen estos alientos. Sé que un compromiso así implica trabajar mucho pero ¿no es lo que he hecho hasta ahora? Mi vida está en el carril correcto. Y la maquinita de la escritura tiene todavía mucho por recorrer. Así que, andando.