Curso de Ensayo
La empresa editorial Página en Blanco, a la que he visto nacer y desarrollarse desde hace unos años, me invitó a dar este curso dirigido al público en general. No tenía contemplando impartir ya nada fuera de mis escuelas (que son tres), excepto los círculos de lectura.
Dudé en aceptar, como 10 minutos. Me tentó la curiosidad por ver si alguien se inscribía. Y por probarme si yo puedo enseñar (de nuevo) a escribir a personas que no tienen la formación literaria.
Ya antes, hace muchos años, estuve impartiendo un curso de ensayo a varias generaciones de adultos que buscaban aprobar la preparatoria con el examen CENEVAL. Todas las ediciones del curso fueron exitosas y muchas de estas personas, que antes no escribían nada, resultaron aprobadas en su examen y obtener su bachillerato. Lo consideré un logro profesional en mi marca de goles de la docencia.
La escritura se ha convertido para mí en un espacio de total libertad y de mucha disciplina. A ello han contribuído los libros que he escrito y publicado y, recientemente, la constancia que me ha impuesto la columna en La Jornada. Producir texto es ya una habilidad que he desarrollado en diversos formatos. Lo sé. El tiempo me lo ha brindado.
De este curso tengo buenas expectativas. Me ha obligado a dejar la rigidez de las clases universitarias de nuevo. Y siento una gran confianza en los ocho estudiantes que se han inscrito. Me alegra haber decidido aceptar la propuesta de Miguel Ochoa en unos cuantos minutos. Me hace pensar que a veces planificamos proyectos que no cuajan por mil caprichos y de pronto llegan otros a mostrarnos por dónde debemos ir. Tener la confianza de jóvenes talentosos como los de esta empresa editorial también es un gran aliciente.