A. E. Quintero, Porque a veces el corazón se siente como ir montado en un caballo.

He imaginado mil modos de cogerte

y siempre termino por cogerte igual.

¿Eso será el amor,

cogerte a la misma persona por años

de las mismas formas

hasta dejar de hacerlo?

Y siempre termino por cogerte

de las mismas maneras en las que nos gusta cogernos.

Las mismas posiciones

con las que se rompe en ocultas claridades la tarde,

y grito

y gritas

y llenamos de fantasmas toda la casa,

de sombras cogiéndose.

Es tan poderosa el agua de tu cuerpo,

es tan grande y pesada

tu verga

que a veces pienso que me hiciste magia

para que ninguna verga

me importe nada.


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