Carta de duelo
Querido papá: Ha sido muy difícil para mí ponerme de nuevo, o intentar de nuevo comunicarme contigo. ¿Por qué ha sido así? Para mí que soy la experta en comunicar, hablar, dar cursos y charlas, usar nuestro hermoso idioma para la enseñanza. Pues ha sido difícil hacerlo porque siempre he sabido que eres un receptor complicado. Solía decir que me llevaba bien contigo 15 minutos y que después de eso tenía que salir corriendo para no escucharte. Era cierto. Superficialmente eras encantador: te gustaba la música, eras un aficionado violinista, tenías muchas aventuras por contar, siempre aderezadas de una manera diferente. También tenías un espíritu crítico, no te dejabas de nadie, eras independiente y muy valiente para decir tus opiniones y defender tus derechos. Te admiraba hasta cierto punto. Me sentía orgullosa de ese aspecto tuyo. No eras hipócrita ni veleidoso; tú eras Vicente Villa, como solías decir. Yo te admiraba, pero también te tuve mucho miedo. Nunca sentí la confia...