"Me parece obvio que Quirarte ha escogido una tradición y que está hablando desde su intimidad con ella. La tradición de Contemporáneos, entendida no sólo como un conjunto de hábitos de lectura sino también de normas estéticas, que proporciona los patrones a partir de las cuales decidimos qué es y qué no es un buen poema, están pesando en su juicio de una manera decisiva. Se trata, sin lugar a dudas, de una suerte de círculo hermenéutico: se parte de lo que aporta una tradición, que ha sido asimilada por el crítico, cuyo juicio, a su vez, no hace sino reiterar con un gesto valorativo lo que esa tradición le enseñó a valorar." ...