Cruel summer
Verano cruel en cuanto a calor; no obstante, con tiempo de sobra (Por fin!!!) para leer lo que se me antoje. Leer de manera lenta y haciendo las pausas que deseo para pensar la lectura. Para ir trabajando la imaginación narrativa.
Empecé con Flannery O`Connor y una antología de cuentos titulada El negro artificial. La edición va acompañada de unos trabajos sobre la autora muy iluminadores sobre la Southern School of Degeneracy. Muy bien. Vale el tiempo invertido en la lectura de esta gran escritora del sur norteamericano. Un estilo único y personal. Me encantó descubrirla. Este librito me lo agencié en Profética, casa de la lectura en Puebla. En uno de los viajes a la UNAM, me dejé caer por mi amada-odiada Puebla de Los Ángeles. Ya Cortázar me había recomendado a esta autora. Así que en cuanto la hallé, hice caso. El tiempo de la tesis sólo me permitió observar con deseo todo aquello que se me escapaba. Afortunadamente, le llegó el tiempo.
Me seguí con Ricardo Chávez Castañeda y sus Juegos de la violencia (mala decisión). El libro me había sido recomendado por un estudiante de la licenciatura en literatura. Me dejé llevar por mis simpatías hacia Javier. La novela apenas mantiene el interés. Me veo por lo pronto imposibilitada para regresar a las novelas juveniles. ¿Qué se cree Chávez Castañeda? Soy fan de los Crack, pero aprovechar eso para escribir cualquier cosa sobre pubertos, sin hacer una investigación profunda sobre el alma humana, qué bárbaro. Me pregunto cómo pudo siquiera concluir un experimento tan malo. Nada recomendable, ni para un verano de desesperación.
Ahora estoy con el libro de cuentos Hombres sin mujeres, de Haruki Murakami. Debo decir que este señor siempre me trae buenas sorpresas en cuanto a su cuentística. Escribe de una manera tan ágil que inmediatamente sentí la diferencia respecto a Los juegos de la violencia. Esa escritura de Murakami tan dulce, sencilla e ingenua a la vez. Soy fan. Aunque no concluyo todavía el libro, ya me hizo decidir que la siguiente lectura será El elefante desaparece, libro de cuentos que compré en 2016 y 2017 debido a que no recordaba que ya lo tenía!!! No he decidido qué hacer con el sobrante.
No soy optimista en cuanto a la cantidad de libros que alcanzaré a concluir. Me esperan dos cursos de literatura hispanoamericana, siglos XIX y XX. Trabajo. Lecturas obligadas. Como sea, con lo que alcance, me doy por satisfecha.
Empecé con Flannery O`Connor y una antología de cuentos titulada El negro artificial. La edición va acompañada de unos trabajos sobre la autora muy iluminadores sobre la Southern School of Degeneracy. Muy bien. Vale el tiempo invertido en la lectura de esta gran escritora del sur norteamericano. Un estilo único y personal. Me encantó descubrirla. Este librito me lo agencié en Profética, casa de la lectura en Puebla. En uno de los viajes a la UNAM, me dejé caer por mi amada-odiada Puebla de Los Ángeles. Ya Cortázar me había recomendado a esta autora. Así que en cuanto la hallé, hice caso. El tiempo de la tesis sólo me permitió observar con deseo todo aquello que se me escapaba. Afortunadamente, le llegó el tiempo.
Me seguí con Ricardo Chávez Castañeda y sus Juegos de la violencia (mala decisión). El libro me había sido recomendado por un estudiante de la licenciatura en literatura. Me dejé llevar por mis simpatías hacia Javier. La novela apenas mantiene el interés. Me veo por lo pronto imposibilitada para regresar a las novelas juveniles. ¿Qué se cree Chávez Castañeda? Soy fan de los Crack, pero aprovechar eso para escribir cualquier cosa sobre pubertos, sin hacer una investigación profunda sobre el alma humana, qué bárbaro. Me pregunto cómo pudo siquiera concluir un experimento tan malo. Nada recomendable, ni para un verano de desesperación.
Ahora estoy con el libro de cuentos Hombres sin mujeres, de Haruki Murakami. Debo decir que este señor siempre me trae buenas sorpresas en cuanto a su cuentística. Escribe de una manera tan ágil que inmediatamente sentí la diferencia respecto a Los juegos de la violencia. Esa escritura de Murakami tan dulce, sencilla e ingenua a la vez. Soy fan. Aunque no concluyo todavía el libro, ya me hizo decidir que la siguiente lectura será El elefante desaparece, libro de cuentos que compré en 2016 y 2017 debido a que no recordaba que ya lo tenía!!! No he decidido qué hacer con el sobrante.
No soy optimista en cuanto a la cantidad de libros que alcanzaré a concluir. Me esperan dos cursos de literatura hispanoamericana, siglos XIX y XX. Trabajo. Lecturas obligadas. Como sea, con lo que alcance, me doy por satisfecha.