Voy con mis hermanas Lucy y Elsa. Andamos sin carro y
entramos en una tienda de segunda de la colonia Libertad. La tienda es bonita,
podría pasar como tienda de ropa nueva. Los estantes, todo está muy bien
acomodado. Empiezo a reconocer alguna ropa mía ahí colgada; concretamente una
falda. La falda es azul marino con unos detalles pequeños como rojitos. Tiene
un vuelo al final muy bonito. La falda es un poco grande (de talla), pero está
en buen estado. Le digo a Elsa, mira esta falda, era mía antes y ahora está en
esta tienda de segunda. Y mi hermana me hace notar que también otras cosas que
eran nuestras antes están ahí colgadas (bolsas y otras cosas que no me quedan
claras ahora). Todo está en buen estado pero es antiguo y pasado de moda. En
colores oscuros. En algún momento pienso que podría comprar la ropa, porque
llevo dinero pero también porque me gusta, todavía me gusta esa ropa a pesar de
que sea vieja y usada, sé que sigue siendo mi estilo, aunque sea viejo. Volteo
hacia otros lados y veo ropas nuevas, de colores brillantes, pero de alguna
manera no me gusta su estilo. Al final no compro nada.
Enseguida mi hermana Elsa me dice: ve este libro,
aquí aparecemos nosotras. Voy a ver un libro que está en exhibición, y en el
libro veo una foto de mi papá, y después aparezco yo en el libro. Me sorprende,
porque cada vez que alguna de las tres hojea el libro, aparece ahí su cara, como si se tratara de un espejo.
Queremos comprar el libro pero la empleada nos explica que la ilusión es falsa,
que hay un mecanismo extraño (y difícil de explicar) por medio del cual cada
persona que toma el libro se ve reflejada ahí.
La breve vida feliz de Francis Macomber
Leí este cuento en una antología preparada para editorial Lumen. Una reunión de los 49 cuentos de Ernest Hemingway. El primero de ellos es La breve vida feliz de Francis Macomber. La traducción de Damián Alou. La nota introductoria de Gabriel García Márquez. En ésta, el autor de los 100 años de soledad, rememora la influencia que Hemingway tuvo en su escritura y un encuentro ocasional en París, a gran distancia, con quien considera su maestro. Influencias de un autor, ¿Cuántas?, ¿De qué modo? García Márquez señala que si Faulkner fue el escritor que tuvo que ver mucho con su alma, fue en cambio Hemingway el que más tuvo que ver con su oficio. Puede ser. De los doce cuentos peregrinos (y teniendo en cuenta los 49 de Hemingway), únicamente puedo distinguir la influencia, y tal vez forzada, del norteamericano en El verano feliz de la señora Forbes. el paralelismo entre las siete palabras del título lo evidencia ampliamente: El verano feliz de la señora Forbes ...