Abandonos

Esta semana, aunque ya lo había decidido tiempo atrás, se concretó mi separación como coordinadora de un círculo de lectura. Aunque conservé uno más (de amigas), sí sentí cierta nostalgia de abandonar a mis lectoras. Estuve cuatro años con ellas y significó una buena rutina de entrenamiento lector en la que afilé muchas de las habilidades que ya tenía. Compartir en ese círculo me dio mucha más disciplina (de la que ya tenía) y potenció una tolerancia infinita para cualquier (c-u-a-l-q-u-i-e-r) libro de literatura, bueno,  regular o malo. Ahí descubrí que soy capaz de hablar de todo, 😕, me haya gustado o no. Es más, me di cuenta que me guste o no una obra pasó a ser un asunto irrelevante. Eso es lo que extrañaré, ese acercamiento profesional no apasionado a un texto del que debo hacer un diagnóstico más o menos frío, muy meticuloso y del que puedo emitir un juicio certero para compartirlo por escrito y después en un grupo. Y además, cobrar por eso. 

Sé que la pasamos bien, que cada minuto y peso invertidos valieron el esfuerzo (leer libros de 500 páginas en un día, hacer malabares para encontrar un espacio entre mis apretadas clases), pero ya tenía que acabar. Así lo decidí yo misma. 

Otras rutinas me esperan: recuperar mi salud, ejercitarme y, especialmente, dedicar lo que me resta de tiempo para escribir todas esas ideas creativas que están atoradas en cuentos que no pasan de borradores pendientes de revisión. 

El próximo 21 de mayo empiezo a revisar mi trabajo creativo (de nuevo) para probarme a mí misma que esta incubadora de lecturas que me absorbió ha de tener necesariamente un efecto en lo que escribo. Sé que así fue, que así es. 

Como parte de la añoranza, y el desprendimiento, estos son los libros que en esta experiencia lectora (bien pagada) realicé y compartí con seis excelentes mujeres: 


 

1.      Antes que anochezca, Reynaldo Arenas

2.      La fiesta del chivo, Mario Vargas Llosa

3.      Conversación en la catedral, Mario Vargas Llosa

4.      Soldados de Salamina, Javier Cercas

5.      La plaza del diamante, Mercé Rodoreda

6.      Amistad de juventud, Alice Munro

7.      Infancia, John Maxwell Coetzee

8.      Juventud, John Maxwell Coetzee

9.      Verano, John Maxwell Coetzee

10.   Desgracia, John Maxwell Coetzee

11.   Luz de Agosto, William Faulkner

12.   Una casa para el señor Biswas, V. S. Naipaul

13.   Jugaré contigo, Maritza Buendía

14.   El camino de Santiago, Patricia Laurent Kullick

15.   La viuda Basquiat, Jennifer Clement

16.   La carretera, Cormac McCarthy

17.   El impostor, Javier Cercas

18.   Dr. Zhivago, Boris Pasternak

19.   Canción de tumba, Julián Herbert

20.   Tu nombre chino, Juan Esmerio

21.   Temporada de huracanes, Fernanda Melchor

22.   Desierto sonoro, Valeria Luiselli

23.   Tiempos recios, Mario Vargas Llosa

24.   Desgracia impeorable, Peter Handke

25.   El vendedor de silencio, Enrique Serna

26.   Terra Alta, Javier Cercas

27.   Siempre la misma nieve, siempre el mismo tío, Herta Muller

28.   Mañana en la batalla piensa en mí, Javier Marías

29.   Patria, Fernando Arámburu

30.   Los años de peregrinación del chico sin color, Haruki Murakami

31.   Los recuerdos del porvenir, Elena Garro

32.   El verano sin hombres, Suri Husvedt

33.   Ser feliz era esto, Javier Cercas

34.   Los abismos, Pilar Quintana

35.   Nuestra parte de noche, Mariana Enríquez

36.   Los huérfanos, Jorge Carrión

37.   El cuento de la criada, Margaret Atwood

38.   Como polvo en el viento, Leonardo Padura

39.   Niña, mujer, otras, Bernardine Evaristo

40.   Una música constante, Vikram Seth

41.   Volver la vista atrás, Juan Gabriel Vázquez


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