frutodeltiempo

Leo mi bitácora de comunicación con mi asesor y "descubro" que ésta se ha mantenido constante; no ha habido semana en la que yo no entregue algo o concluya uno de los avances asignados. Para quienes decidimos hacer carrera académica y continuar con el posgrado, no queda ninguna duda de que un doctorado te impone una disciplina. Así me he mantenido durante ya más de cuatro años. Las dudas van cediendo frente a las certezas; el problema de investigación, que en un inicio sólo es un puñado de datos inconexos, poco a poco se va aclarando. Esta semana terminé la introducción y las conclusiones. Muchas cosas me parecieron obvias, ¡por supuesto! ¡cientos de veces he repasado todos los datos! Pero una de las satisfacciones fue darme cuenta que realmente (REALMENTE) escribí una narrativa historiográfica que explica un proceso socio cultural vivido en la ciudad de Tijuana. Nunca, ni en mis sueños más guajiros, imaginé que yo lograría hacer algo como eso. Conseguirlo es verdaderame

En los últimos 10 años de mi vida he intentado ser investigadora, cuentista, crítica literaria y profesora. No alcanzo a ponderar cuál de estas cosas he conseguido. Tal vez ninguna de ellas ha cuajado como yo lo he deseado. Así las circunstancias, hace poco menos de un año, empezaron a llegarme invitaciones para participar en proyectos de promoción de la literatura. Cabe decir que esa fue la primera actividad en la que inicié mi carrera literaria cuando egresé de la licenciatura. ¿La vida da una vuelta de regreso al punto de partida? No lo sé. Por ahora me mantengo en la satisfacción de participar en esta nueva aventura, en la que soy parte de un equipo de trabajo que tiene un compromiso con la difusión de la lectura y el mercado del libro. Me siento feliz por esto.