Reconstrucción de “El mimetismo y el hombre: la ambivalencia del discurso colonial” de Homi K. Bhabha en El lugar de la cultura, por Elizabeth Villa, corchetes míos.
Conceptos clave de este
ensayo
·
Mimetismo
·
Compromiso irónico, ironía
·
Ambivalencia
·
Escisión del lenguaje
·
Metonimia de la presencia
·
Amenaza, Contraapelación insurgente del mimetismo
1. Inicia Bhabha señalando que el
discurso colonialista inglés postiluminista suele hablar con lengua maliciosa,
no falsa. Lo dice porque produce textos ricos en la ironía,
el mimetismo y la repetición.
2. Señala que entonces es el mimetismo una de las estrategias más elusivas y
eficaces del poder y del conocimiento colonial.
3. Para Bhabha el mimetismo es un compromiso
irónico; representa el deseo de otro reformado, que sea una diferencia
que es casi lo mismo, pero no exactamente. Por eso es irónico
[porque es contradictorio: quiere reformar al otro pero que no se
reforme exactamente].
4. Una vez más, Bhabha demuestra que
el discurso colonialista es ambivalente. Debido
a esta ironía.
5. Para ser eficaz, el mimetismo debe producir continuamente su
deslizamiento, su exceso, su diferencia (es decir, el mimetismo
como estrategia del discurso colonial sobre el otro, al que supuestamente va a
reformar, no se cumple: el otro nunca llega a ser una mímesis del colonizador).
6. La autoridad del mimetismo es saboteada y surge como la representación
de una diferencia que es una renegación [recordemos que una de las
características del discurso colonial es la renegación de la diferencia; el mimetismo sería una de las formas de la renegación].
7. El mimetismo
es ambivalente: cohesiona el poder del sujeto
que domina en la colonización y al mismo tiempo es una amenaza
para ese mismo poder.
8. Según Bhabha, el efecto del mimetismo sobre la autoridad del discurso colonial es
perturbador porque al normalizar al sujeto colonial, aliena
su propio lenguaje y produce otro saber de sus normas. [Esto significa
que el mimetismo, es decir: el deseo de reformar al otro (pero no exactamente
reformándolo- o sea, haciendo trampas para que no se reforme, porque en
realidad no desea que se reforme) es una estrategia del poder colonial que
perturba al poder mismo porque lo hace escindir su
propio lenguaje. Su propio lenguaje se divide en dos: por un lado, lo
que originalmente significa para sí mismo; su interpretación del mundo y por
otro, lo que significa ese mismo lenguaje para el régimen colonial que domina].
O mejor dicho: “En la práctica de la dominación, 'el lenguaje del amo se hibrida', y
los conceptos del colonizador que pasan al colonizado se reinterpretan a la luz
de la cultura del otro. Bhabha sostiene,
en cambio, que la asimilación misma de las obras, tradiciones y géneros
metropolitanos –en un contexto postcolonial- acaba por hibridarlos, remedarlos,
desplazarlos y, por ello, acaba también por disolverlos y por minar su
autoridad y coherencia con mayor eficacia, si cabe, que la resistencia abierta
y opositiva”(María José Vega, Universidad de Barcelona).
9. Dice Bhabha:
en la mimesis colonial no hay una ruptura con el discurso colonialista sino que
se produce una incertidumbre que fija al sujeto colonial como una presencia
parcial. Con parcial se refiere a incompleta, virtual. [El criollo de América
no rompe completamente con la presencia española, sino que es su presencia
virtual, parcial, incompleta].
10. Es como si
lo colonial dependiera de una limitación estratégica dentro del propio
discurso: el éxito de la apropiación colonial depende de una proliferación de
objetos inapropiados que aseguren su fracaso estratégico, de modo que el
mimetismo es a la vez parecido y amenaza.
11. Luego, Bhabha pone un ejemplo de este
fracaso asegurado del mimetismo en el discurso
colonial: el texto de Charles Grant “Observaciones sobre el estado de la
sociedad entre los súbditos asiáticos de Gran Bretaña” en el que sugiere la
difusión parcial del cristianismo que no entre en contradicción con la
tradicional división de castas y así evitar peligrosas alianzas políticas entre
los súbditos. [Aquí, señala Bhabha, es como se ve la ambivalencia del discurso
colonial y la escisión de su lenguaje de conocimiento, en este caso del
cristianismo: pues no es nada cristiano enseñarles solamente una parte de la
verdad.]
12. El mimetismo
repite más que representar.
13. Para Bhabha el mimetismo
no es esa clase relaciones entre el negro y el blanco en donde el blanco
representa la autoestima del negro, ni tampoco es una máscara detrás de la cual
está escondida la verdadera africanidad.
14. Lo que Bhabha quiere recalcar es la amenaza que representa el mimetismo
al ser de carácter ambivalente. [Por supuesto
se refiere a que son amenazantes para el poder colonial]. Y, al escindir los discursos dominantes, presenta nuevas
formas que son inapropiadas y que amenazan a la autoridad colonial. Esta amenaza
del mimetismo se revela también porque esa
inapropiación (o apropiación inexacta del discurso) libera elementos marginales destrozando la unidad
del ser del hombre.
15. Bhabha compara este proceso amenazante del mimetismo
con un proceso en el que la mirada del vigilante es desplazada por la mirada
del vigilado y el observador se vuelve el observado. Así, la observación del
vigilado al vigilante rearticula toda la noción de identidad de este último y
lo aliena de su escencia [si es que Bhabha concibe que pueda haber escencias
identitarias puras u originales…]. [Como ejemplo podríamos poner la mirada
escrutinadora de la mujer hacia los textos que ha creado el hombre para
describir el mundo; la mujer, de ser vigilada se ha convertido en vigilante y
el hombre al ser ahora vigilado rearticula toda su identidad, cualquier cosa que
eso signifique o haya significado, hasta el momento de la “vigilancia”, ja].
16. El deseo de mimetismo
colonial [querer reformular al otro, pero no exactamente] es un deseo interdictorio
[está entre la encrucijada de lo que puede ser dicho o ser permisible y de lo
que debe ser mantenido oculto: quiero evangelizar a estos indígenas, pero
evangelizarlos parcialmente, no vaya a ser que de verdad crean que “la verdad
los hará libres”].
17. El deseo del mimetismo
tiene objetivos estratégicos a los que Bhabha llama la metonimia de la presencia. Todos
los significantes inapropiados del discurso colonial son metonimias de la
presencia, ellos son su objetivo estratégico. [Metonimia: desplazamiento de la
presencia, estar en su lugar y no SER ella].
18. Enseguida Bhabha reitera todo lo que ha
venido diciendo sobre las funciones del mimetismo.
19. Finalmente, Bhabha concluye con una
anécdota que ilustra cómo la Biblia, siendo un objeto fundador de la
civilización occidental, la ambivalencia característica del discurso colonial lo
convierte en algo excéntrico, errático: los convierte en objetos parciales de
presencia. Las hojas de la Biblia se usan como combustible o para envolver
cigarrillos, son apreciadas por eso. “Los objetos fundadores del mundo
occidental se vuelven los objetos erráticos, excéntricos, accidentales del
discurso colonial: los objetos parciales de presencia.” [Este es un ejemplo que
demuestra cómo opera el mimetismo y por qué su peligrosidad y amenaza:
a) escinde el
lenguaje del colonizador: porque la Biblia tiene un significado
“original” para el europeo; es el libro sagrado y por otro lado, se convierte
para los nativos bengaleses en un objeto excéntrico para ser usado como
combustible. Divide el significado del lenguaje colonizador en dos realidades.
b) al escindir el lenguaje, se convierte en
una amenaza puesto que destroza la unidad
pretendida de la presencia inglesa.
c) el mimetismo
(el deseo de reformular al bengalés con la Biblia), fracasa, pero su estrategia
era precisamente esa: que fracasara; aunque los misioneros sabe que la usarán
como combustible (que fracasarán) aun así siguen regalándola pues ese es el
carácter ambivalente del discurso colonial:
quise evangelizarlo pero se comió las biblias, eso justifica mi dominio sobre
él y su categorización como un ser salvaje que me autoriza para instruirlo de
acuerdo a mis saberes (los cuales se asegurará que sigan fracasando).
d) De ahí que pueda afirmarse que este
gesto de intentar mimetizar al bengalés con el inglés es un compromiso irónico].