300 palabras

He retomado casi sin dificultad la escritura de ficción literaria. Me he propuesto armar siete cuentos para integrarlos a un proyecto que dejé inconcluso hace casi siete años. Ya sabemos lo que pasó en ese largo periodo. 😎
Sin dejar mis deberes domésticos y con la fortuna de no tener compromisos académicos en puerta, consigo escribir de 300 a 400 palabras diarias. Me tomo de 3 a 4 horas para pensar el rumbo que debe llevar la historia, soltar y luego corregir. Nunca he terminado un cuento en ese tiempo. El primero, de los siete que me autoimpuse, lo dejé casi listo en 14 días. Es un trabajo lento, lo sé. 
Parte del día también lo dedico a la lectura. Ninguna de las que son por encargo, ni siquiera las que debo hacer para preparar mi columna. Leo 50 o 60 páginas de un libro literario al que le traiga ganas. Así terminé Manual para mujeres de la limpieza, de Lucía Berlín. Y así es como llevo comenzado Demasiada felicidad, de Alice Munro. 
Debo decir que a pesar de los ruidos que muchas veces hacen los vecinos (que parecen turnarse para exhibir una fiesta cada día), a veces me siento como Hemingway en París, 😆. Consigo objetivos cortos que a veces revalúo al día siguiente con mediano éxito. Pero la escritura y su fluidez se mantienen. 

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