Gloria Anzaldúa: A women lies buried under me

Una mujer yace enterrada bajo de mí,

sepultada por siglos, presuntamente muerta.


Una mujer yace enterrada bajo de mí.

Oigo su suave susurro,

el roce áspero de su piel de pergamino

luchando contra los pliegues de su mortaja.

Sus ojos están perforados por agujas,

sus párpados, dos polillas que aletean.


Una mujer yace enterrada bajo de mí,

temerosa de despertar, temerosa de enfrentar

los óvalos sin ojos de rostros íntimos.

Y elige.


Una mujer yace enterrada bajo de mí,

soñando que camina

sobre los cuernos de la luna

y despierta al pie de su puente.


Una mujer yace enterrada bajo de mí.

Vestida de negro

la luna derrama su luz—

una frágil piel de serpiente

rozando mi rostro.


Una mujer yace enterrada bajo de mí.

Oigo su suave susurro,

el crujido de sus alas de pergamino

luchando contra los pliegues de mi mortaja.


Una mujer yace enterrada bajo de mí.

Emerjo cubierta de barro.

Ramitas caen de mis ojos.

Me levanto, huelo cada flor,

toco las cuatro esquinas

y los árboles en llamas.


En mis propias manos

mi vida.

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